Cuando surge esta problemática, lo ideal es aclarar la demarcación. Para ello, es necesario la labor de un ingeniero técnico que examine y mida el terreno, que estudie las escrituras de propiedad e interprete correctamente la información cartográfica del catastro.
Este profesional es quien realiza el acta de deslinde, donde se ofrece una salida a la disputa. Se trata de un documento que consta de un plano a escala y demarcado, con toda la información sobre la delimitación. Normalmente la intervención de un perito agrícola mediador arroja soluciones, evitando llegar a la costosa y estresante vía judicial.